La cultura empresarial, también conocida como cultura corporativa, es la identidad de una empresa. Su forma de pensar, sentir y actuar en el día.
Es lo que hace que unas empresas reciban cientos de curricula para trabajar en ellas y otras resulten poco atractivas. Pero su poder va mucho más allá de atraer y retener talento. Tener una cultura empresarial alineada con los objetivos estratégicos de la compañía puede tener un gran impacto en la cuenta de resultados.
Pero, ¿qué es exactamente la cultura empresarial? ¿Puede medirse? ¿Qué hacer para transformarla? Te lo contamos todo de forma práctica, sencilla y con muchos ejemplos en este artículo.
Qué es la Cultural Empresarial [Ejemplos]
La cultura empresarial son los valores, formas de trabajo, códigos, estructuras y relaciones de una compañía.
Es el conjunto de hábitos cotidianos que la conforman y supone “bajar a tierra” la estrategia de una empresa. Pongamos un ejemplo:
- Imaginemos una empresa tradicional en la que los directivos de mayor rango disponen de despachos de 20 m2 en el piso más alto del edificio.
- Los que dependen jerárquicamente de ellos tienen despachos de 10 m2, sin puerta en la planta en la que trabajan la mayoría de los empleados.
- Y finalmente, el resto de trabajadores se ubican en pequeños cubículos.
En definitiva, una empresa con la típica disposición jerárquica que hemos conocido durante gran parte del siglo XX. Pues bien, la distribución del espacio de trabajo en este tipo de empresas es un símbolo de estatus y poder, que transmite parte de la cultura empresarial: valores jerárquicos, control, cadena de mando y burocracia.
En el extremo opuesto podemos tener la famosa regla del 80/20 de Google, que propone que sus trabajadores técnicos puedan dedicar el 80% de su tiempo a las tareas asignadas, y el 20% restante a cualquier proyecto que ellos elijan y les apasione, siempre que también pueda beneficiar a la empresa.
Este es solo un ejemplo de cómo la cultura empresarial de Google lanza un mensaje claro a sus empleados: confiamos en ti, apostamos por la innovación, tienes libertad creativa, flexibilidad y las más grandes opciones de crecimiento profesional.
Y es que la cultura de una empresa consiste en reflejar sus valores en cada pequeña acción cotidiana: el código de vestimenta, la flexibilidad horaria, las celebraciones, la comunicación, la configuración de espacios o el sistema de incentivos.
Su forma de pensar, sentir y actuar en el día a día.
Los cuatro elementos de la cultura empresarial
1# Misión
Es el conjunto de intenciones que mueve a la empresa y a sus profesionales. Su verdadera razón de ser.
Por ejemplo, en BeUp transformamos mentalidades para la empresa del futuro, mientras que la misión de Spotify es brindar a las personas acceso a toda la música que deseen, en cualquier momento – de manera completamente legal y accesible.
2# Adaptabilidad
Es la capacidad para reinventarse frente a los cambios del entorno. Y es que apegarse a una cultura empresarial inmutable puede hacer que la empresa se quede estancada en el pasado.
El mundo y la sociedad cambian constantemente. Y dentro de la empresa tampoco es diferente: fusiones, apertura a nuevos mercados o cambios en el equipo directivo. La cultura empresarial debe ser flexible y evolucionar con el tiempo.
3# Consistencia
Aquí hablamos de los valores compartidos sobre los que se construye la empresa. Son aquellos que guían las acciones del día a día y los que permiten alcanzar acuerdos cuando existen opiniones divergentes.
Un ejemplo son los valores de Ikea:
- Unidos
- Cuidar las personas y el planeta
- Conciencia de costes
- Sencillez
- Renovación y mejora
- Diferentes con un sentido
- Asumir y delegar responsabilidades
- Liderar con el ejemplo
4# Participación
Es la autoridad, iniciativa y capacidad de los profesionales para dirigir su propio trabajo. Todos los trabajadores han de conocer los valores de la empresa y tenerlos presentes en todo momento.
No nos referimos a tatuarte el logo de tu empresa por un aumento salarial, sino de entender y compartir los valores con el equipo.
Siempre que sea posible, es recomendable un encuentro cara a cara inicial antes de iniciar un proyecto.
Entender la personalidad, necesidades y forma de comunicar de una persona es mucho más fácil en un encuentro presencial, y te servirá para crear un marco de referencia acerca de la nueva persona de tu equipo. Así que intenta agendar una jornada presencial en tus procesos de onboarding. Aunque haya que recorrer kilómetros, te aseguramos que valdrá la pena.
¿Un tip extra? Fomenta las reuniones presenciales de forma mensual, trimestral o semestral, en función de las posibilidades de la compañía. Compartir un café y saber que sus compañeros son algo más que “una cabeza en la pantalla” elevará la cohesión del equipo hasta las estrellas.
Problemas de Cultura Empresarial
Según nuestra propia experiencia, podemos decir que existen dos grandes problemas en la cultura empresarial de la mayoría de organizaciones.
El principal es que en muchas empresas no se ha realizado un ejercicio consciente de construir una Cultura Empresarial, sino que esta se ha ido formando según las actitudes y valores personales de los profesionales que han ido ocupando los puestos directivos.
El segundo es que no siempre hay tradición dentro del mundo empresarial de medir la cultura. Se sabe que es importante, se intuyen los problemas y cambios necesarios, pero ¿cómo evaluar la cultura de forma precisa?
Los métodos y herramientas para medir la cultura empresarial son unos grandes desconocidos. Y es que no es tarea fácil. En BeUp, por ejemplo, utilizamos el CTT (Cultural Transformation Tool) de Richard Barrett que nos permite:
- Conocer los valores, creencias, motivos y comportamientos de las personas (perfil de motivación individual).
- La percepción que el grupo tiene de la cultura empresarial actual.
- La cultura que le gustaría tener al grupo.
- El encaje entre las motivaciones de las personas y la cultura percibida en la organización, a partir de siete niveles.
- La brecha entre la percepción de la cultura actual y la deseada.
- La entropía del sistema: la energía que se pierde por la existencia de inhibidores culturales.
Cómo transformar la Cultura Empresarial
Existen muchas maneras, pero vamos a contarte cómo lo hacemos nosotros en primera persona.
- Diagnosticamos la cultura empresarial actual a través de la herramienta CTT (Cultura Transformación Tool) que acabamos de explicar. El primer paso, siempre es medir.
- Definimos la nueva cultura objetivo, organizando talleres de trabajo con los directivos en los que encontrar iniciativas que articulen los objetivos de negocio en valores de la empresa.
- Nos ponemos manos a la obra en la implantación de la cultura empresarial meta: desde revisión de políticas, a creación de plataformas colaborativas y talleres formativos. Bajamos la cultura en cascada a lo largo de toda la compañía.
- Realizamos un seguimiento del proceso de transformación cultural, para detectar las primeras sensaciones, resultados y posibles desviaciones.
- Pasado un periodo, volvemos a medir los indicadores iniciales para valorar los resultados de la implantación.
En BeUp te ayudamos a transformar la cultura de tu empresa
Transformar la cultura empresarial no pasa por poner una mesa de ping-pong, boles de fruta fresca o mensajes inspiradores en las paredes.
Es un proceso profundo, delicado y altamente estratégico con un impacto absoluto en los resultados de la empresa.
Por eso en BeUp llevamos 15 años implantando con éxito programas de transformación cultural en grandes compañías españolas como Orange Bank, HAVAS, Cetelem o Amadeus.
¿Quieres que también ayudemos a tu empresa? Escríbenos y te contamos cómo.