¿Has oído hablar del liderazgo humanista? En los despachos de España y LATAM, fue tendencia a principios de los años dos mil y ahora… vuelve a retomarse como the next-big-thing en las culturas organizacionales.
Y es que tras la pandemia, las empresas tienen clara la importancia de colocar a sus equipos justo en el centro de la estrategia de negocio. ¿Pero qué significa realmente esto?
No se trata de liderar con una sonrisa permanente. Ni de evitar las diferencias en el equipo. El liderazgo humanista aboga por ser más profundos y humanos que nunca.
¿Quieres saber cómo? Te lo explicamos al estilo BeUp: de forma divulgativa, práctica y basada en nuestra experiencia de dos décadas en consultoría de transformación y desarrollo del liderazgo.
De gestionar recursos a liderar humanos
Hubo un tiempo en que a las personas se las llamaba «recursos», como si fueran parte del mobiliario de la oficina o una línea más en los balances de anuales.
Después empezó a entenderse la importancia del talento para alcanzar objetivos de negocio. Atraer, capacitar y fidelizar fueron clave. Ahora, es el liderazgo humanista quien pide su turno.
Esta tendencia es una evolución en la profundidad de cómo entendemos el valor de quienes hacen que todo funcione: las personas. El liderazgo humanista reconoce que cada profesional no solo aporta manos y horas de trabajo, sino también ideas, emociones y aspiraciones que pueden contribuir directamente al crecimiento del negocio.
Se trata de pasar de ver a los equipos como engranajes de una máquina a entenderlos como personas únicas, cuyo desarrollo y bienestar son cruciales para cualquier éxito duradero.
Adoptar este enfoque puede ser un desafío, pero también una oportunidad inmensa para crear lugares de trabajo más vibrantes, innovadores y, sí, humanos. Porque al final del día, las empresas que prosperan son aquellas que se atreven a poner a las personas primero.
¿Qué es el liderazgo humanista?
El liderazgo humanista se caracteriza por su profundo respeto hacia la individualidad de cada colaborador, reconociendo que cada persona trae consigo un conjunto único de habilidades, experiencias y aspiraciones que enriquecen el entorno de trabajo.
A diferencia de otros modelos como el liderazgo transformacional, que busca cambiar la organización para alcanzar altos objetivos, o el líder coach, que pone énfasis en el desarrollo de habilidades y el desempeño individual, el liderazgo humanista se enfoca construir una cultura organizacional que respalde el valor intrínseco cada persona y su potencial holístico.
Principios clave del liderazgo humanista
- Cada persona lleva dentro un tesoro de posibilidades. Aquí, se anima a todos a explorar su potencial, experimentar para romper moldes y superar expectativas, no solo en el trabajo sino en todo aspecto de la vida.
- Crear culturas organizacionales que se adapten a las realidades y necesidades específicas de cada equipo, rechazando imitar modelos genéricos de éxito.
- Lo que importa es construir relaciones transparentes y a largo plazo. Por ello se promueve la autenticidad y la vulnerabilidad, considerando el diálogo abierto y los conflictos como oportunidades para el enriquecimiento mutuo y la cohesión del grupo.
- La confianza se establece como un pilar fundamental, donde cada miembro del equipo es valorado y motivado a tomar iniciativas con autonomía, contribuyendo activamente al crecimiento y éxito común.
¿Qué NO es liderazgo humanista?
El liderazgo humanista no debe confundirse con gestionar equipos al estilo Mr. Wonderful: Buen rollo con poca profundidad. Aquí te despejamos tres errores comunes:
- Esquivar lo humano: Se trata de conocerse de verdad, de abrir espacios para lo personal. El humanismo en el liderazgo defiende que comprendernos en profundidad, es vital para la cohesión y la colaboración efectiva.
- Ser complaciente: Lejos de promover el confort, el liderazgo humanista busca estimular y exigir el máximo desempeño dentro de un ambiente de respeto y apoyo mutuo.
- Actuar con paternalismo: No hay que evitar marrones al equipo, sino prepararles para afrontarlos. Tampoco se trata de ignorar las diferencias entre los compañeros, hay que abordarlas de manera constructiva y transparente para fortalecer al grupo.
¿Cómo promover una verdadera cultura humanista en la organización?
Ahora que hemos visto qué es, y qué no es el liderazgo humanista, llegó el momento de hablar sobre cómo implementarlo. Existen muchas estrategias y acciones posibles, pero así es cómo en BeUp ayudamos a las empresas a fomentarlo:
✔️ Creación de culturas DE&I: Implementamos programas específicos que fomentan la diversidad, equidad e inclusión, asegurando que cada voz sea escuchada y valorada.
✔️ Capacitación en liderazgo humanista: Ofrecemos talleres y sesiones de capacitación que equipan a los líderes con las herramientas necesarias para entender y aplicar principios humanistas en su gestión diaria.
✔️ Programas de bienestar emocional: Generamos intervenciones basadas en la ciencia para proteger la salud mental y fomentar el bienestar emocional de las personas y las organizaciones, promoviendo un entorno de trabajo donde cada persona se siente valorada y cuidada.
✔️ Formación en power skills (antiguamente llamadas soft skills): Para todos los niveles de la organización, en función de las necesidades de los equipos, desde talleres de autoconocimiento y gestión emocional, hasta comunicación no violenta o mentalidad de crecimiento.
Nos basamos en la neurociencia, la psicología cognitiva y el aprendizaje acelerado, facilitando metodologías que funcionan y re-evolucionan la mentalidad de las organizaciones.
Gracias a ello, hemos ayudado al 70% de las empresas de IBEX35 a reforzar su liderazgo: Inditex, Banco Santander, BBVA, Ferrovial, Orange, Acciona, Enagás o Mapfre. En nuestro caso, la experiencia es un grado.
¿Quieres que te ayudemos a implantar el modelo de liderazgo humanista en tu empresa?
Escríbenos y te contamos cómo.