Si gestionas talento, seguro que has oído hablar de la Mentalidad de Crecimiento. De forma intuitiva, es fácil entender a qué se refiere, ¿verdad? Algo así como tener ganas de aprender continuamente y desarrollarte.
Pero quizás no sepas que es una de las teorías psicológicas más potentes de los últimos 20 años. La desarrolló la psicóloga Carol Dweck y tiene un impacto muy real: te ayuda a pasar de la queja al éxito, puede cambiar la vida de un niño… y también transformar la cultura de una empresa.
Y es que muchos planes corporativos bien diseñados se estrellan por ignorar algo esencial: detrás de cada estrategia, siempre hay personas. Y son ellas —con sus creencias, actitudes y emociones— las que van a hacer que las cosas cambien, o no.
Por eso, hoy te traemos un temazo: ¿en qué consiste exactamente la Mentalidad de Crecimiento? ¿Y cómo puede ayudarte a lograr cambios profundos en tu organización?
Eso vamos a explicarte en este artículo. Porque cuando hablamos de transformar organizaciones, en realidad hablamos de transformar a las personas que las forman.
Y eso, en BeUp, lo tenemos más que dominado.
¿Qué es exactamente la Mentalidad de Crecimiento?
La Mentalidad de Crecimiento (en inglés, Growth Mindset) es una teoría desarrollada por la psicóloga de la Universidad de Stanford, Carol Dweck, en su libro «Mindset: The New Psychology of Success» (2006).
Carol Dweck observó en sus investigaciones que las personas tenemos dos maneras principales de afrontar los retos:
Mentalidad Fija (Fixed Mindset)
- Creer que las habilidades y el talento son cualidades innatas.
- Considerar que no pueden cambiarse significativamente con esfuerzo.
- Evitar los desafíos por miedo al fracasar o parecer incompetentes.
- Ver el esfuerzo como algo negativo, necesario para compensar la falta de talento natural.
- Percibir el éxito de los demás como una amenaza, al compararlo con el de uno mismo.
Mentalidad de Crecimiento (Growth Mindset)
- Creer que las habilidades y el talento se pueden desarrollar a través del esfuerzo, la práctica constante y el aprendizaje continuo.
- Percibir los desafíos como oportunidades valiosas para crecer.
- Asumir que el éxito no llega sin esfuerzo, y que equivocarse no es fallar, sino una forma de avanzar.
- Encontrar inspiración en el éxito de otras personas, utilizándolo como referencia para motivarse a mejorar.
Si tienes hijos pequeños o recuerdas tus años escolares, seguro que has notado cómo este enfoque puede cambiarlo todo:
- Cuando un niño piensa «no soy bueno en matemáticas», la puerta se cierra.
- Pero cuando piensa «aún no entiendo esto… todavía», se abre todo un mundo de posibilidades.
En adultos, especialmente en entornos profesionales, ocurre lo mismo. La diferencia entre estas dos mentalidades determina cómo respondemos ante los retos, cómo manejamos los errores, y cómo nos enfrentamos a las críticas.
¿Qué es la Mentalidad de Crecimiento en una empresa?
Cuando hablamos de mentalidad de crecimiento en un contexto organizacional, no nos referimos a que las personas asistan a más formaciones o lean más libros. Tampoco se trata de que los equipos estén “motivados” de forma superficial. Hablamos de algo mucho más profundo: una forma compartida de ver el error, el aprendizaje, el esfuerzo y el cambio.
Una organización con mentalidad de crecimiento es aquella en la que las personas creen que pueden mejorar constantemente, que el talento no es algo fijo, y que el desarrollo es parte inherente del trabajo. Esto se traduce en una cultura en la que:
- Los errores no se castigan, se analizan y se utilizan como palanca de mejora.
- El feedback no se teme, se busca.
- El esfuerzo y el aprendizaje son valores reconocidos, incluso por encima del resultado inmediato.
- Se valora la curiosidad, la experimentación y el desarrollo continuo.
Pero, sobre todo, una empresa con mentalidad de crecimiento es una empresa que se permite evolucionar. No se aferra a lo que fue, sino que se compromete con lo que puede llegar a ser.
¿Por qué necesitas una Mentalidad de Crecimiento en tu empresa?
Las empresas no cambian porque alguien lo diga en un PowerPoint. Cambian cuando sus personas cambian. Y la mentalidad de crecimiento permite que ese cambio sea posible, sostenible y, sobre todo, transformador.
Una organización con mentalidad de crecimiento no solo rinde mejor en el corto plazo. Se vuelve más adaptable, más resiliente y más innovadora. ¿Por qué? Porque:
- Se reduce la resistencia al cambio. Cuando el error no es penalizado, las personas se atreven a probar cosas nuevas. Y si se equivocan, aprenden.
- Se fortalece el compromiso. Los equipos sienten que su desarrollo importa, que el esfuerzo cuenta, y que cada paso de aprendizaje es valorado.
- Se mejora la calidad del feedback. Se normaliza hablar de lo que se puede mejorar sin miedo ni juicios, lo que agiliza los procesos de mejora continua.
- Se impulsa la innovación. Porque donde no hay miedo al error, hay espacio para pensar diferente y tomar decisiones audaces.
Desde el área de Personas, trabajar sobre esta mentalidad es una oportunidad extraordinaria para alinear cultura y estrategia. Porque puedes tener los mejores procesos, tecnología o beneficios… pero si tu equipo no cree que puede crecer, cambiar y aprender, nada de eso marcará la diferencia.
Como decimos en BeUp:
La cultura es el ADN de una organización, y la mentalidad de crecimiento es una de sus mutaciones más poderosas.
Estrategias prácticas para activar la Mentalidad de Crecimiento en tu empresa
Ahora que ya sabes qué es la mentalidad de crecimiento y por qué puede transformar la cultura de tu organización, la gran pregunta es: ¿cómo se aterriza esto en el día a día?
Aquí te dejamos algunas estrategias prácticas que puedes empezar a poner en marcha desde el área de Personas:
1# Cambia el foco del resultado al proceso
Aunque medir objetivos es necesario, centrar el reconocimiento solo en los logros finales refuerza la mentalidad fija.
Empieza a poner en valor también el esfuerzo, la evolución, el aprendizaje que ha ocurrido durante el camino. Celebra los progresos, no sólo las metas cumplidas.
2# Identifica y desmonta las trampas mentales
En BeUp hablamos mucho de las trampas mentales: patrones de pensamiento como el catastrofismo, el “todo o nada” o el victimismo, que activan nuestra mentalidad fija. Todos caemos en ellas.
Conocerlas es el primer paso para desactivarlas y es parte esencial de nuestras formaciones corporativas en mentalidad de crecimiento.
3# Entrena el lenguaje del crecimiento
El lenguaje moldea la cultura. Cambiar frases como “esto no se me da bien” por “esto aún no lo domino” es más poderoso de lo que parece.
Como líder, es muy interesante incorporar expresiones como “todavía”, “estás en proceso” o “¿qué puedes aprender de esto?”, en las conversaciones de feedback, desarrollo o evaluación.
4# Forma a tus líderes para que modelen esta mentalidad
Invierte en formaciones en cascada, donde tus líderes aprendan a gestionar desde la empatía, a compartir sus propios errores y aprendizajes, y a generar entornos psicológicamente seguros donde los equipos puedan explorar sin miedo.
En BeUp lo llamamos liderazgo humanista, y no, no consiste en ser Mr. Wonderful.
5# Haz del aprendizaje una práctica cotidiana, no un evento aislado
No se trata de lanzar una formación puntual y dar por hecho que “ya está hecho”. La mentalidad de crecimiento se cultiva con prácticas continuas: sesiones de feedback cruzado, programas de mentoring o espacios para compartir aprendizajes.
Crea una cultura corporativa donde aprender forme parte del flujo natural de trabajo, no algo reservado a fechas concretas.
En definitiva: no se trata de hacer grandes cambios de golpe. Se trata de sembrar pequeñas semillas —en el lenguaje, en los comportamientos, en las conversaciones— que, con el tiempo, transforman la cultura desde la raíz.
Y en eso, podemos ayudarte.
BeUp te acompaña a activar la Mentalidad de Crecimiento en tu organización
La mentalidad de crecimiento no es solo una etiqueta bonita para añadir a una presentación de cultura. Es una forma de mirar el desarrollo humano y organizacional que transforma la manera en que trabajamos, aprendemos y nos relacionamos dentro de las empresas.
Y como todo lo que realmente importa, requiere intención, práctica y acompañamiento.
En BeUp llevamos años trabajando con organizaciones que apuestan por evolucionar desde dentro, ayudándolas a convertir la mentalidad de crecimiento en una práctica viva. No hablamos solo de conceptos: lo aterrizamos con herramientas, conversaciones, formación y procesos que tocan lo esencial.
¿Quieres que te ayudemos a implantar el modelo de mentalidad de crecimiento en tu empresa?
Escríbenos y te contamos cómo.
